Cuerpos en Diálogo: Límites, Cuidado y la Arquitectura Sináptica del Contact Improvisación

Jean Correa

11/6/2025

Cuerpos en Diálogo: Límites, Cuidado y la Arquitectura Sináptica del Contact Improvisación

1. Introducción:

Este artículo es una investigación que emerge de la práctica viva, un tejido de reflexiones urdido durante el Encuentro Internacional de Maestrxs de Contacto Improvisación en Latinoamérica (EIMCILA) celebrado en Quito-Ecuador. Su propósito no es definir una técnica, sino analizar el Contact Improvisación (CI) como una compleja práctica relacional donde la conciencia, los límites y el cuidado son tan fundamentales como el impulso y la gravedad. Nace del ciclo orgánico de la inmersión en el jam y la decantación en la charla, del cuerpo que danza y la palabra que intenta nombrar esa experiencia.

Para iniciar este análisis, es preciso regresar a la fuente, a la serie de preguntas que Daniel Lepkoff sitúa en el núcleo de la práctica:

¿qué está sucediendo mientras me muevo? ¿dónde está mi centro? ¿dónde está el abajo? ¿qué superficies de mi piel están tocando o siendo tocadas? ¿hacia dónde soy capaz de ir? ¿de qué no estoy siendo consciente?

Estas interrogantes, formuladas no en la mente verbal sino "en los tejidos del cuerpo", definen la esencia del CI. No se trata de una estética predefinida, sino de un acto de investigación física en tiempo real. Es esta cualidad inquisitiva la que mantiene la forma "salvaje" y expansiva.

La tesis central de este texto es que, para que esta investigación física sea genuinamente libre, expansiva y segura, debe estar sustentada en una cultura del cuidado consciente. Dicha cultura debe abordar frontalmente las dinámicas de poder y los límites inherentemente difusos que, sin un marco ético explícito, pueden transformar un espacio de conexión en uno de exclusión y retraumatización. A continuación, exploraremos el marco teórico que da origen a esta danza para, posteriormente, ponerlo en diálogo con las voces y los cuerpos que hoy la practican, la cuestionan y la reinventan.

2. Marco Teórico:

Para comprender las complejidades que se despliegan hoy en un jam de Contact Improvisación, es necesario volver a las ideas de sus pioneros. Este marco teórico no debe leerse como una fórmula rígida, sino como un conjunto de principios que intentan describir una práctica viva, efímera y en constante reinvención. Son mapas que señalan un territorio, no el territorio mismo. Las palabras de Steve Paxton y Daniel Lepkoff no buscan capturar la danza, sino invitar a un estado de atención particular desde el cual esta puede emerger.

2.1. La Visión de Paxton: Una Forma Efímera y Consciente

En su "Charla junto a la Chimenea", Steve Paxton insiste en la naturaleza esquiva y colaborativa de la forma. Afirma que es algo "pequeño", "no intelectual, no académico", que "solo existe cuando dos personas lo hacen". La compara con una canción que "solo vive cuando se canta". Esta visión posiciona al CI fuera de las lógicas de la domesticación y la mercantilización. Paxton la describe como una práctica que todavía es "salvaje" porque "no tiene métrica" y "es impredecible". Su supervivencia no depende de instituciones, sino del "interés real" de quienes la practican. Sin embargo, este estado salvaje no es sinónimo de caos. Paxton advierte que "el contacto sin pensar es bastante posible" y subraya que la "atención plena" (mindfulness) es el ancla fundamental "para mantenerlo limpio, seguro y divertido". Esta conciencia es la que permite que la buena voluntad se extienda junto con la forma, manteniendo su integridad a medida que se globaliza.

2.2. La Arquitectura Sináptica de Lepkoff: El Cuestionamiento Físico

Daniel Lepkoff profundiza en la estructura interna de esta "atención plena". Propone que la forma del CI no es su apariencia externa, sino una "arquitectura sináptica": una apertura a recibir información en tiempo real. Esta idea es radical, pues desplaza el foco de los movimientos visibles (levantamientos, roladas, espirales) hacia la pregunta que los origina. Advierte sobre el riesgo de que la práctica se convierta en algo familiar, en "una serie de intercambios prescritos", donde los bailarines toman "las sensaciones físicas nunca antes experimentadas" como la definición del trabajo, en lugar del cuestionamiento que las genera. Para Lepkoff, el Contact Improvisación es, en su máxima expresión:

... el acto físico de preguntarnos acerca de nuestra propia circunstancia presente.

Si se reduce a una estética, la forma se vuelve finita. Si se mantiene como un acto físico de preguntarnos, "el trabajo será siempre expansivo".

2.3. La Caída Después de Newton: Una Poética de las Fuerzas Físicas

La narración de Paxton en "Fall After Newton" ofrece una clave poética para entender la práctica. El CI explora la física no desde la objetividad de Newton, sino desde la experiencia subjetiva de "cómo se siente ser la manzana". La danza se convierte en un juego donde "los bailarines cabalgan y juegan estas fuerzas". Esto requiere un re-entrenamiento de los reflejos y una expansión de los sentidos para "navegar a través del espacio esférico". En este contexto, surge un diálogo donde los reflejos de un bailarín estimulan los del otro en un ciclo continuo que "forma las bases del diálogo".

Así, la "atención plena" de Paxton se manifiesta como la "arquitectura sináptica" de Lepkoff, un andamiaje perceptual que permite al cuerpo-manzana no solo "sentir" la caída newtoniana, sino dialogar con ella. El CI no es, por tanto, una técnica de movimiento, sino una metodología para la percepción encarnada. Es esta arquitectura la que permite a "dos cuerpos actuar como uno dentro del dominio de las fuerzas físicas", preparando el terreno para analizar cómo esta utopía relacional se vive, se tensiona y se negocia en la práctica concreta.

3. Metodología:

El conocimiento generado en este artículo no proviene de una observación externa y distanciada. Emerge de una metodología que podría denominarse "investigación somático-dialógica", un enfoque encarnado que integra orgánicamente el cuerpo y la palabra. La investigación se desarrolló a través de un ciclo de inmersión práctica y reflexión colectiva: la experiencia del jam seguida por la conversación que la decanta. Este enfoque reconoce que en prácticas como el CI, el saber no está disociado del cuerpo; por el contrario, el cuerpo es el primer territorio del conocimiento.

El contexto fue el EIMCILA en Ecuador. El proceso fue simple y profundo: se convocó a jams que luego daban paso a espacios de charla. En estas conversaciones, se leyeron colectivamente los textos fundacionales de Paxton y Lepkoff, no como dogmas, sino como provocaciones. La dinámica, catalizada por la propuesta de Julio Guayambe de formular preguntas después del jam de bienvenida, transformó la experiencia física en materia de análisis colectivo. Las voces de los participantes, registradas en audio, se convirtieron en la evidencia empírica central de este estudio.

Este método permite analizar la teoría no como un ideal abstracto, sino como un mapa que se valida, contradice y enriquece a través del terreno vivo de la experiencia. Las conversaciones post-jam funcionan como un laboratorio donde los conceptos de "atención plena" o "arquitectura sináptica" dejan de ser abstracciones para convertirse en relatos de cuerpos concretos que negocian el peso, el equilibrio, el miedo y el placer en tiempo real.

4. Análisis de la Praxis:

Esta sección se sumerge en las conversaciones de los practicantes, explorando cómo los conceptos teóricos resuenan, se transforman y se complican en la experiencia vivida. Las citas textuales de los participantes no son meras ilustraciones, sino la evidencia de un saber colectivo y situado, una teorización que emerge directamente del piso de danza.

4.1. La Razón y la Sinrazón: El Cerebro en el Cuerpo

Un tema recurrente fue la búsqueda de "desconectar el cerebro" para acceder a un estado de movimiento más instintivo. Un participante describió la necesidad de ponerse en una "licuadora" para desestructurarse y entrar en un estado de "sin razón, un poco en lo animal". Esta búsqueda resuena directamente con la afirmación de Lepkoff de que, en las situaciones de emergencia del CI, "los reflejos toman el control, y el resto es historia". Pero esta "licuadora" no es solo un acceso a los reflejos; es un acto consciente para des-domesticar el cuerpo del pensamiento estructurado, preservando así la cualidad "salvaje" y "no-intelectual" que Paxton considera esencial. La tensión no es entre mente y cuerpo, sino entre una mente que premedita y una inteligencia corporal que resuelve en el presente. Como expresó un bailarín, se invierte la lógica occidental: en el CI, "el cuerpo guía la mente" y se vuelve un "cerebro pensante".

4.2. Resolver la Caída: Entre Técnica y Abandono

La caída es un eje central del CI, y las discusiones revelaron una tensión productiva entre entrenamiento y abandono. La anécdota del "ebrio que cae" surgió como una metáfora poderosa:

El intento consciente de controlar la caída es, a menudo, lo que causa la lesión. Cuando uno está consciente y cae, el cuerpo se tensiona; los vectores de fuerza se oponen y es ahí cuando ocurren las fracturas. La clave, como se observa en personas en estado de ebriedad que caen sin lastimarse, es la rendición. Al relajarse y soltar la agenda mental, el cuerpo se organiza solo y resuelve la caída con una sabiduría que el miedo bloquea.

Esta observación ilustra un principio clave: el miedo y la tensión mental generan rigidez. El entrenamiento no busca controlar la caída, sino cultivar la confianza para que el cuerpo pueda "relajarse" y "resolver" el descenso. Esto se conecta con la imagen de un "cuerpo circular" o "esférico" que, como la manzana de Newton, "siempre va a tener la mejor manera de caer" porque puede distribuir el impacto a través de cualquier punto. La técnica no es un fin, sino un medio para alcanzar un estado de abandono seguro.

4.3. La Potencialidad de la Imposibilidad: Boicotear el Hábito

Para evitar que la práctica se convierta en "algo familiar", como advierte Lepkoff, los bailarines desarrollan estrategias para romper sus propios patrones. Una participante describió esta táctica como "boicotearme":

En un espacio de libertad total, a menudo recurrimos a nuestros caminos conocidos. La verdadera creatividad en el CI emerge cuando nos imponemos límites, cuando decidimos "boicotear a mi propia cabeza". Esta es la potencialidad de la imposibilidad: al establecer una restricción —"no voy a despegar los pies del piso", "no usaré mi postura favorita"— forzamos al cuerpo a descubrir soluciones que de otro modo nunca surgirían.

La danza se vuelve más rica precisamente porque nace de la negociación con ese límite. A veces, la propia imposibilidad revela una verdad que trasciende la intención verbal. Se produce una fascinante contradicción cuando una pareja de baile te dice "no te quiero cargar", pero en el flujo del movimiento su cuerpo te ofrece una base sólida. Es en ese instante, en esa brecha entre la palabra y el hecho, donde se esconde la inteligencia de la danza.

Esta estrategia reframa una táctica personal como un riguroso principio metodológico. Imponerse límites deliberados se convierte en un motor creativo que otra bailarina denominó "la potencialidad de la imposibilidad". Los bailarines no solo evitan el hábito; aplican una restricción de investigación para generar nuevo conocimiento, encarnando a la perfección la definición de Lepkoff del CI como "el acto físico de preguntarnos". Es en la negación del camino fácil donde se descubre "otra danza", manteniendo viva la cualidad inquisitiva de la forma.

5. La Paradoja del Contacto: Hacia una Cultura del Cuidado

Aquí nos adentramos en la dimensión más compleja y urgente de la práctica. El CI alberga una paradoja central: una forma de danza que busca la conexión y la disolución de fronteras puede, sin una estructura de cuidado consciente, convertirse en un espacio de exclusión y perpetuación de traumas. Esta sección aborda la dimensión ineludiblemente política y ética de dos cuerpos que se tocan en un espacio social.

5.1. "Dejar de Querer"

En las conversaciones sobre los límites, surgió el concepto de "dejar de querer". Esta idea no es pasividad, sino una forma activa de escucha que resiste el impulso de "hacer, hacer y hacer". Este "hacer" constante, alineado con una lógica productivista y orientada a metas, puede llevar a una danza desconectada e impositiva. "Dejar de querer" es un acto radical de presencia que suspende la agenda propia para poder "sentir y creer en lo que puede pasar".

La frase "Dejar de querer" emerge como un mantra. Este abandono del deseo de producir un resultado estético específico permite que la danza surja desde un lugar de escucha profunda y presencia, donde el movimiento es una consecuencia del encuentro y no una imposición de la voluntad individual.

5.2. El Espejismo de la Inclusión: Poder y Privilegio en la Jam

El análisis de los límites trasciende lo puramente físico para adentrarse en la dimensión sociopolítica de la práctica. Basándose en las reflexiones del participante Santiago Harris, la conversación aborda una paradoja central: aunque el CI es teóricamente inclusivo, puede transformarse en una "práctica exclusiva" si no se atienden de manera consciente las dinámicas de poder que operan en cualquier espacio social.

Harris argumenta que los "límites tan difusos" de la forma, donde el contacto físico es íntimo y constante, crean un terreno fértil para que se manifiesten traumas y prejuicios de género, raza y privilegio. Si no existe una "cultura de cuidado" explícita y una conciencia colectiva, la práctica corre el riesgo de convertirse en un espacio de "retraumatización y de perpetuación del trauma colectivo". La danza de un hombre blanco heterosexual, señala, es inherentemente diferente a la de "otro tipo de personas" debido a las estructuras de poder que nos trascienden.

Este análisis crítico actualiza y expande radicalmente la noción de "atención plena" de Paxton. Ya no se trata solo de la seguridad física individual para "mantenerlo limpio, seguro y divertido". La atención plena, en el contexto contemporáneo latinoamericano, debe extenderse a la seguridad relacional y a la conciencia política del grupo. El consentimiento, el cuidado y la verbalización de los límites se convierten en parte integral de la técnica, no como restricciones a la libertad, sino como las condiciones necesarias para que una libertad genuina y segura pueda existir para todos los cuerpos presentes.

5.3. La Urgencia de Protocolos de Cuidado

La conclusión lógica de este análisis es la necesidad de establecer marcos explícitos de cuidado y consentimiento. No basta con la buena voluntad o con declarar que "el espacio es seguro". Es imperativo, como se argumentó en la conversación, "hacer consciente con palabras, nombrar qué es lo que nos trasciende como humanidad dentro de esta práctica".

Afirmar que "podemos decir no cuando queramos" no garantiza que suceda, pues hay fuerzas inconscientes que operan constantemente. Solo a través de un trabajo comunitario, explícito y sostenido, que cree una verdadera cultura del cuidado, el CI podrá realizar su más alto potencial: ser "una práctica de apertura de conciencia" en lugar de su contrario. Este trabajo ético es la base indispensable sobre la cual la danza puede florecer.

6. Conclusiones

Este artículo ha trazado un recorrido desde la definición del Contact Improvisación como una pregunta física hasta su análisis como una compleja práctica social y política. Hemos visto cómo los principios fundacionales son interpretados, encarnados y desafiados por una comunidad que busca mantener la forma viva y relevante. El diálogo entre los textos teóricos y las voces de la práctica revela una danza en constante tensión entre la técnica y el abandono, la libertad y la responsabilidad.

La tesis se reafirma: la libertad y el "salvajismo" del Contact Improvisación no son una ausencia de estructura, sino que exigen una estructura aún más profunda y consciente. No se trata de una estructura coreográfica, sino de una arquitectura ética y perceptual basada en la atención plena, el respeto por los límites y una cultura del cuidado activa. Sin este andamiaje, la danza corre el riesgo de volverse un hábito vacío o, peor aún, un espacio que reproduce las violencias del mundo que pretende trascender.

Fiel a la naturaleza de la forma, este texto no busca ofrecer respuestas definitivas, sino concluir danzando en la pregunta, abriendo nuevas interrogantes para la comunidad global de Contact Improvisación.

  • ¿Cómo pueden las comunidades de CI desarrollar protocolos de cuidado que sean efectivos sin domesticar la naturaleza impredecible y "salvaje" de la danza?

  • ¿Qué nuevos diálogos pueden surgir entre los principios del CI y las perspectivas decoloniales en el contexto latinoamericano, para seguir desmantelando las dinámicas de poder inconscientes en la danza?

  • Si el CI es "el acto físico de preguntarnos", ¿cuáles son las preguntas que nuestra comunidad global necesita hacerse hoy para seguir evolucionando con integridad y conciencia?